Las puertas correderas cortafuegos están diseñadas para el cierre y sectorización de huecos de grandes dimensiones, tanto en la posición siempre abierta, como en su uso intensivo. Su funcionamiento puede ser manual, semiautomático o automático.

El cierre está garantizado por un contrapeso que actúa sobre la hoja (*).

Cuando la señal de alarma emite un impulso al electroimán (24 VCC) o el fusible térmico alcanza la temperatura de 68 ºC, la puerta queda liberada y
es arrastrada por el contrapeso, quedando la puerta totalmente cerrada. Con la acción del fuego, la junta intumescente instalada en el laberinto corta
humos de todo el perímetro de la puerta, se expande dejando la puerta totalmente sellada.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.Más información

ACEPTAR
Aviso de cookies